Las nenas inscriben
con lapiceras brillantes y purpurina
sus corazones pastel
en las carpetas forradas
por las manos nacaradas
de mamá
Las nenas pegan
sus corazones pastel
de glitter y ribete dorado
en los álbumes que huelen
a tutti frutti masticado
mezclada
con blanco
la sangre
se aclara
Las nenas se tiñen
con el mismo colorante artificial
de las muñecas fashion
casitas de plástico
y pochoclos de frutilla
Un mundo monocromo
en pequeña escala
se vuelve pesadilla
merengue
esponjoso
se mezcla
con rojo
Las nenas mascan
el chicle interminable
del miedo y el coraje
a ser
algo más que un color
mucho más que un dolor
blanco
teñido
con sangre
Sofía Brunetto, 2017.
Desde los Talleres de Siempre de Viaje para Minuto Color.
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